Un anciano cherokee estaba hablándoles a sus nietos sobre la vida.
Les dijo:
“Hay una batalla teniendo lugar en mi interior...es una pelea terrible entre dos lobos.
Un lobo representa el miedo, el odio, la ira, la envidia, la avaricia, la arrogancia, el resentimiento, la culpa, la autocompasión, la inferioridad, la mentira y el ego.
El otro lobo es la alegría, la paz, el amor, la bondad, la esperanza, la serenidad, la compasión, la generosidad, la amabilidad, la amistad, la humildad y la verdad.
Miró a los niños y les dijo:
“Esa misma lucha está teniendo lugar en vuestro interior y en el interior de cualquier persona que viva”.
Los niños se quedaron un rato pensativos, y al fin uno de los nietos preguntó a su abuelo:
“¿Y cuál de los dos lobos ganará?”
Y el anciano cherokee respondió:
“Ganará el lobo al que más alimentes”.