Esta historia comienza con una gata llamada bellota y sus dos hijas, Merlina y Yoryett. Estas pequeñas mininas eran muy juguetonas, se pasaban el día saltando y brincando por doquier, su mama por el contrario solía estar enfuruñada. Sus hijas no entendían porque siempre se alejaba de ellas, amaban a su mama, y así fueron creciendo Yoryet y Merlina muy unidas.
Cierto día Bellota empezó a engordar y en vez de acercárseles y buscar su compañía para darles explicaciones de repente desapareció. Pasaron los días, días y días, Merlina y su hermanita la buscaron por todos lados, mas no pudieron encontrarla. Entonces decidieron pedirle ayuda a su amigo Duque, el gran perro ovejero, y así empezó la gran búsqueda. Los otros perros, al enterarse de lo que estaba haciendo le aconsejaron que no hiciese tal cosa ya que los perros y los gatos nunca se habían llevado bien.
Pero Duque les dijo que a el no le importaban sus recomendaciones porque a él lo único que le interesaba era ayudar a sus amiguitas y realmente estaba preocupado por Bellota.
Buscó y buscó, por todos lados buscó, preguntándoles a las ovejas, a los gansos que todo lo saben, a su vecino Stich, a todos preguntaba si la habían visto, pero nada, no aparecía. Cansado se acerco a un arroyo a beber un poco de agua, y entonces, unos patos silvestres le dijeron que habían visto a la gata pero estaba muy flacucha y llevaba un pajarito en la boca.
Duque, loco de alegría, les pregunto hacia que lado se había ido y ellos muy amablemente le indicaron el camino. Corriendo como nunca lo había hecho en su vida se fue directo hacia la casa grande a darles la buena noticia a las mininas.
Buscaron por el tejado, por debajo del piso, y nada. Duque dijo;
- No sacamos nada con ponernos a llorar. Y en eso dio un tremendo ladrido, de repente había aparecido Bellota, las mininas, al ver a su mama, corrieron a abrazarla diciéndole lo preocupadas que habían estado por ella, y Bellota, compungida, les dijo;
- Vengan a ver la razón de mi ausencia.
En un rincón apartado estaban unos pequeñísimos bultos que no se distinguían bien, Bellota los llamo y fueron a su encuentro eran 4 gatitos muy lindos y se acercaron a sus hermanas ronroneando a darles la bienvenida.
- ¿Gran amigo Duque no te acercas a conocerlos?, preguntó Bellota
- ¿Pero y si se asustan de mi? - preguntó Duque
- Imposible -dijo Bellota- mis mininos saben en quien pueden confiar, así como Merlina y Yoryet supieron a quien acudir y te confiaron su pena. Tu les ayudaste yo te agradezco todos tus cuidados.
Bellota desde ese instante volvió a la normalidad, siendo muy feliz junto a todos sus hijitas y su gran amigo Duque..
LKN..