Había una vez un muchacho llamado Johnathan. Era inteligente, atractivo y muy valiente. Pero Johnathan era el hijo del zapatero.
Un día, su padre le dijo,
-- “Johnathan, debes irte a buscar tu destino. Ya eres lo suficientemente mayor.”
Siendo un muchacho inteligente, Johnatan sabía que lo mejor sería pedirle un trabajo al rey.
Así que partió.
En el camino, conoció a un conejo que era un hada disfrazada. La asustada criatura estaba siendo perseguida por cazadores y saltó a los brazos de Johnathan. Cuando los cazadores llegaron hasta Johnathan, él señaló en una dirección y gritó excitadamente,
--“¡Por allá! ¡Por allá!”
Cuando los cazadores se fueron, el conejo se convirtió en hada y dijo,
--“me has ayudado. Te concederé tres deseos. ¿Cuáles son tus deseos?”
Pero a Johnathan no se le ocurría nada, así que el hada acordó a concedérselos cuando los necesitara.
Así, Johnathan siguió caminando hasta que llegó al reino sin incidentes. Entonces fue hasta el rey y solicitó trabajo.
Pero, para su suerte, el rey estaba de muy mal humor aquel día. Así que decidió ventilar su ánimo en Johnathan.
--“Sí, hay algo que puedes hacer. En la Montaña contigua hay tres brujas. Si puedes matarlas, te daré 5,000 coronas. Si no puedes hacerlo, te haré decapitar! Tienes 20 días.” Y con estas palabras, despachó a Johnathan.
--“¿Ahora qué voy a hacer?” Pensó Johnathan. Bien, debo intentarlo.
Entonces, se acordó de los tres deseos que le habían concedido y se dirigió a la montaña.
Ahora Johnathan estaba en la montaña y estaba a punto de desear tener un cuchillo para matar a la bruja, cuando escuchó una voz en su oído, --“La primer bruja no puede ser apuñalada.”
La segunda bruja no puede ser apuñalada o asfixiada.
La tercera no puede ser apuñalada, ni asfixiada y es invisible.
Con este conocimiento, Johnathan miró en derredor sin ver a nadie. Entonces recordó al hada, y sonrió. Se fue en la búsqueda de la primer bruja.
Finalmente, la encontró. Estaba en una cueva cerca de la falda de la montaña, y era una vieja de aspecto maléfico.
Él recordó las palabras del hada, y antes que la bruja pudiese hacer otra cosa que echarle una fea mirada, él deseó que pudiera ser asfixiada. Y ¡Helo ahí! Estuvo hecho.
Después subió en busca de la segunda bruja. Había una segunda cueva en lo alto. Ahí encontró a la segunda bruja. Estaba a punto de desear que pudiera ser asfixiada, cuando recordó que no podía ser asfixiada. Y antes que la bruja pudiese hacer otra cosa que echarle una fea mirada, deseó que fuera aplastada. Y ¡Helo ahí! Estuvo hecho.
Ahora solo tenía que matar a la tercer bruja y podría obtener las 5,000 coronas. Pero mientras subía la montaña, se preguntaba en la forma de hacerlo.
Entonces se le ocurrió un plan maravilloso.
Después, vio la última cueva. Esperó fuera de la entrada hasta escuchar los pasos de la bruja. Entonces recogió un par de rocas grandes y deseó.
Deseó que la bruja fuera una mujer normal. Y ¡Helo ahí! Se volvió visible y entonces Johnathan la golpeó con las piedras que llevaba.
Johnathan cobró sus 5,000 coronas y él y su padre vivieron felices para siempre.