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CUENTOS PARA MAYORES
CUENTO BIOGRAFíA DEL SR.ISSA JORGE ATALAN SAMUR (por Alfredo Francisco Humberto Juillet Frascara)
Biografía del Sr.Issa Jorge Atalan Samur. Muerto en 1966.

Conoci a Don Issa Jorge Atalah Samur desde el 14 de marzo de 1964, y lo deje de ver con ocasion de la huelga de obreros de la fabrica textil Algodones Hirmas S.A., en julio de 1965.
Entre a trabajar por primera vez en mi vida el 14 de marzo de 1964, gracias a las recomendaciones de un tio politico, el Sr. Guillermo Santana , quien era amigo del Sr. Atalah.
De origen arabe, el Sr. Atalah era primo de la esposa de un Hirmas, y su cabello ensortijado y raleante, su nariz de perfil arabe, su tez algo tostada y su hablar calmado, de caracter justiciero, le hacian aparecer con una personalidad algo retraida y timida.
Era poco locuaz y daba las ordenes con pocas palabrass. Sus subordinados eran 35 obreros, entre los que me contaba yo; le obedeciamos casi sin apelacion, aunque a veces daba ordenes y contraordenes , pues era , como todo arabe, terco como una mula y dificil de convencer.
Su caminar era rapido, pero algo jibado, aunque esto no se notaba mucho, debido a que era de estatura cercana al metro ochenta centimetros. Un hombro lo tenia en desnivel con el otro, lo que sus subordinados le dijeran "el chueco", con evidente doble intencion, ya que se le llama chueco a los que no proceden derechamente.
En realidad, el era "derecho", en sus cosas, pero se le tenia antipatia porque nos tenia a todos en su puño: nadie salia ni un minuto antes de la hora de salida, era dificil que diera permisos para ausentarse sin tener una excusa plausible, no permitia que se detuviera uno en el trabajo y odiaba que se fuera a otro lugar que el no hubiera indicado.
Se trabajaba horas extraordinarias a menudo y el casi nos obligaba a quedarnos, pues iba de uno en uno preguntando y cuando uno se negaba pedia explicaciones o se quedaba mirandonos , como esperando que nos arrepintieramos.
El daba siempre el ejemplo en el trabajo y ponia el hombro como uno de nosotros, y hacia mas fuerzas o trabajaba con mas rapidez que nosotros.
Daba la impresion de que le fascinaba el trabajo, y que su unica razon de ser era el trabajo..., pero pronto me di cuenta de que no era asi, ya que los comentarios generales de mis compañeros era que este hombre de 32 años era muy dado a las batallas con oponentes del sexo opuesto.
Mi tio politico Guillermo Santana me decia que el Sr. Atala era muy dado a escribir novelitas romanticas. Tambien decia que el hipnotizaba, controlaba al Sr . Atala ...
Tras su muerte , acaecida tras meses de agonizar paralitico en su lecho, se descubrio en su escritorio largas listas de nombres de subordinados, en los cuales los encabezamientos decian: "Fuman en el baño", "Cuantas veces han ido al baño en un dia", etc.
Es decir, un control estricto de cada uno de nosotros.
Nosotros sospechabamos esto y las relaciones con el eran tirantes, hablando lo menos posible con el Sr. Atala.
Jamas dudamos de su justicia, pero era estricto en el cumplimiento del deber.
Habian varios compañeros que si hablaban con el, y estos tenian grangerias, tales como trabajos livianos, pocas ordenes, cara sonriente por su parte.
Yo, como sobrino de su amigo, disponia de amplia libertad: me tenia sacando guias de despacho y poca actividad fisica.
Otros tenian que pasar por todas las diferentes ocupaciones de la Bodega de Telas antes de desempeñar el trabajo que yo comence a hacer desde el primer dia en la industria.
Yo no le tenia especial afecto ni simpatia porque me sentia desagradado con su actitud policiaca frente a los que eramos sus subodinados.
Pocas veces fueron las que intercambiamos palabras fuera de la labor diaria, y puedo decir con certeza de que su personalidad algo engreida tenia un toque de timidez aparente.
Tenia una moto Honda japonesa de 250 ccm3 y en ella le veia llegar al trabajo casi a la misma hora en que llegaba yo en mi bicicleta Frejus que me diera mi padre y que aun conservo.
Recuerdo que una vez le dije que se la cambiaba por la bicicleta, y el se rio diciendo que si. Yo le dije que hicieramos el cambio de inmediato y lo urgia, lo cual le hizo gracia.
Al dia siguiente llegue atrasado y al verle dirigirme una sonrisa, entendi mal el gesto y crei que se reia porque llegaba atrasado tan a menudo.No le devolvi la sonrisa y le regale la mirada mas glacial que pude encontrar en mi repertorio.
Su mirada fue, entonces, de profunda turbacion.
Paso lo mismo una vez que estaba golpeando con furia un timbre de precios en su respectivo tampon, y me miro sonriente. Yo le observe con mirada critica y lo ignore.
Yo venia directamente del colegio, y por eso mi proceder era bastante infantil, desordenado, y hallaba que estar en esa amplia pero encerrada bodega no era mi ideal de vivir la vida de juventud. Habia fallado en mis estudios, y este era el triste resultado: mal pagado, trabajo fisico, frio y hambre a veces.
Un dia hable con el y me pregunto si me iba a ir, y le dije que probablemente a otro trabajo, pero esto estaba basado en mi deseo y no en que tuviera expectativas en otro lugar; justo a la siguiente semana falte dos dias, ya que estuve tratando de conseguir documentos que me faltaban para buscar otro trabajo, y no lo halle, asi es que volvi al tercer dia. Encontre que Don Issa Tala me habia reemplazado en mi meson de trabajo con otro obrero, y a mi simplemente me ignoro; anduve todo el resto de la semana dandome vueltas, y no sabia que hacer; Atala me ignoraba.
Asi, tuve la desagradable impresion de estar y no estar en el mundo, de estar y no estar trabajando, y todos tenian sus puestos menos yo; ayude en hacer paquetes, pero me miraba al pasar como que debia irme; luego me fui a ayudar a otra persona que hacia fardos, en un dia que su compañero en la Prensa habia fallado, pero llegado este, ya no tenia yo mucho que hacer.
Llego un lunes, y me dijeron los demas que le hablara, le dije."- Que puesto voy a ocupar ahora?"- Y el me ignoro ! Asi, pasaron varios dias, y mas tarde encontre otro meson desocupado; agarre un carro con telas y me puse a trabajar, pero a la hora de revisar, no aparecia; luego, aburrido, me fui al baño, y ahi entonces reviso el meson con otro empleado!
No tenia puesto, me ignoraba...y comenzo la bendita huelga!
Cuando comenzo la huelga, el hizo el inventario de existencias con otros empleados de la Seccion, y segun cuentan, trabajo mas que todos juntos.
Pero tambien cuentan de que sentia dolores y que varias veces se detenia en medio del trabajo y se sentaba o recostaba ,presa de dolores en la espalda; no le daba importancia porque decia que antes habia sentido lo mismo.
Yo regrese a mi puesto, no habia Atala a la vista, y nadie sabia bien lo que pasaba; los dueños de la Fabrica no dieron noticias, y se creyo que apareceria en cualquier minuto, pero pasaron las semanas y su silueta temida no aparecio ya mas. Trajeron a otro pariente de los Hirmas, Don Alejandro Hirmas Atanasio; pero este no era ni en sueños lo extricto e intenso que habia sido Atala; era mas humano, pensaba en otras cosas, trabajaba por el sueldo, en fin, era mas humano en todo sentido.
Atala murio cuando hacia ya cerca del año en que habia caido enfermo y seis meses desde que estaba inconsciente.
No se supo realmente la causa de su muerte, a pesar de los examenes que le hicieron.
Lo enterraron en una tarde calurosa , a las 16.00 horas, en el Cementerio Catolico, pero los que fuimos a su sepelio llegamos atrasados y desconocemos hasta hoy dia el paradero de sus restos. El nuevo jefe decia que eramos una manga de hipocritas, porque habiamos hasta hecho mandas para que se muriera, y despues ibamos a dejarlo al cementerio!
Yo llegue mas atrasado que nadie y no entre al Cementerio.
Yo habia deseado fervientemente, cuando estuvimos en esa huelga que corto su trabajo en la fabrica para siempre, que sucedieran una de dos cosas: que yo encontrara trabajo en otra parte, o que el Sr. Atala se fuera de la industria.
Y se cumplio- de la mejor manera.

Alfredo Juillet F., 25 de febrero de 1967. Santiago Chile.

Adendum: Que habria pasado si hubiera seguido con vida? Nos habria amargado el vivir por muchos años mas, y quizas me hubieran despedido, o me habria aburrido de ser humillado en esa labor tan poco remunerativa , sobre todo al no tener un puesto. En 1973 dejo la fabrica de ser de los Hirmas, pero estoy casi seguro que Atala habria seguido en ella, tal como lo hizo su pariente el segundo jefe Don Alejandro Hirmas Atanasio.
Habria usado su labor impecable para continuar, y habria sido designado Jefe de Administracion y Embarque, y quizas Segundo Jefe, en vez de mi. Luego, habria hecho sufrir a incontable gente a su cargo, con trabajos incesantes que muchas veces podrian haber sido evitados.
Creo que su muerte era la solucion para dejar de hacer infierno en la tierra en esa bodega - o en donde le pusieran.
Alfredo, 2002.



Lección / Moraleja:
Atala, un jefe que exigia el maximo de esfuerzo a un grupo de obreros textiles, muere victima de su propio empeno.
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