A los siete días
de cada semana,
los guarda mi tía
en bolsa de lana.
El Domingo rosa,
con gusto a frutilla,
suelta mariposas
y la maravilla...
Al Lunes, el día
de color de té,
lo envuelve mi tía
con papel glacé.
Como a una niñita
cuida al Martes verde:
lo guarda en cajita,
si no, se lo pierde.
Al Miércoles, día
color amarillo,
lo esconde mi tía
dentro de un bolsillo.
Al Jueves, chiquito
pestañas de tilo,
en bello baulito
que es de cocodrilo.
Y al Viernes celeste,
acurrucadito,
—cueste lo que cueste—
dentro de un frasquito.
Pero es su tesoro
el Sábado azul...
(va en sillita de oro
tapizada en tul).
De todo le cabe
en su bolsa a tía...
¡pero nadie sabe
que guarda los días!