(Milonga champurreada)
No soy cantor milonguero
peru me atrevo a cantar,
para que no dija nadie
que me hajo de rogar.
De Pontevedra me vine
a América a trabagar,
porque alá cun la farruca
me tenía que casar.
En tenía compromiso
con la madre de Cenobia
de casarme muy prontito
o sino degar la novia.
Como no tenía diñeiro
para comprar el mueblaje
pensé buscarlo en América
y ensigida imprendí viaje.
Llegué aquí desconsolado,
sin tener un conocido,
y al desembarcar quedeme
asombrado y aturdido.
Desembarqué del vapor
con una grande batata
pero me llevó un paisano
a una posada barata.
Allí encontréme un amijo
del pueblo de Pontevedra
que conmigo trabagaba
alá, por la carretera.
Por medio de él consegí
un hermoso conchavito
y trabagando llegé
a guntar algún pesito...
Poco a poco el capital
se aumentó con alejiría,
y pude a los pocos meses
comprar una churrería.
Vendiendo churros y churros,
¡dios mío, qué churretiada!
me hice de una posición
rejular y desahogada.
Ajora tengo diez mil
de la Nación en el banco.
¿Se dan cuenta, compañeros,
que este jallego no es manco?
A la farruca escrebí
y en el "Satrústegi" vino
y pronto fabricaremos
aljún jallego-argentino.