Mi perro ladra esta noche de luna,
algo le abruma,
por el jardín sube y baja,
baja y sube con su ladrido triste,
en su recorrer me embiste a la noche lúgubre,
aúlla al pie de la ventana
como si el dolor lo martirizara,
pero no le duele nada,
es mi tristeza que descubre
y entonces mi perro, buen amigo,
quiere borrar las penas conmigo,
por eso aúlla, ladra, baja y sube.