Corriendo, corriendo,
iba el cabritillo,
cuándo se topó
con un gusanillo.
¿Qué haces aquí en medio?
dijo el cabritillo,
salía de mi casa
y me enredé en un hilo
¿Un hilo dices?
esto es una rama,
y si no te sueltas
te come la rana.
Llevo aquí un buen rato
sin saber qué hacer,
cuánto más me muevo
más me enredo en él.
Con cara de pena
mira el gusanillo,
y le pide ayuda
al buen cabritillo.
Sin darse cuenta
de que el lobo merodea,
el cabritillo afanoso
se puso a la tarea.
¡Date prisa, por favor!
aunque tires con más fuerza,
que el lobo detrás de tí
nos mira con desvergüenza.
El cabritillo tiró,
con tanta fuerza, asustado
que la rama y el gusano
en su garganta ha tragado.
El lobo se le acercó,
enseñando los colmillos,
y de un golpe merendó
gusano y buen cabritillo.