Sus horribles colmillos aguzaba
un jabalí en el tronco de una encina.
La zorra, que vecina
del animal cerdoso se miraba,
le dice: «Extraño el verte,
siendo tú en paz Señor de la Bellota,
cuando ningún contrario te alborota,
que tus armas afiles de esa suerte.»
La fiera le responde: «Tengo oído
que en la paz se prepara el buen guerrero,
así como en la calma el marinero,
y que vale por dos el prevenido.»
Lección / Moraleja:
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