Los más autorizados, los más viejos
de todos los cangrejos
una gran asamblea celebraron.
Entre los graves puntos que trataron,
a propuesta de un docto presidente,
como resolución la más urgente,
Tomaron la que sigue: «Pues que al mundo
estamos dando ejemplo sin segundo,
el más vil y grosero,
en andar hacia atrás como el soguero;
siendo cierto también que los ancianos
duros de pies y manos,
causándonos los años pesadumbre,
no podemos vencer nuestra costumbre;
toda madre desde este mismo instante
ha de enseñar a andar hacia adelante
a sus hijos; y dure la enseñanza
hasta quitar del mundo tal usanza.-
Garras a la obra», dicen las maestras,
que se creían diestras;
y sin dejar ninguno,
ordenan a sus hijos uno a uno,
que muevan sus patitas blandamente
hacia delante sucesivamente.
Pasito a paso, al modo que podían,
ellos obedecían;
pero al ver a sus madres que marchaban
al revés de lo que ellas enseñaban,
olvidando los nuevos documentos,
imitaban sus pasos, más contentos.
Repetían las madres sus lecciones,
mas no bastaban teóricas razones;
porque obraba en los jóvenes cangrejos
sólo un ejemplo más que mil consejos.
Cada maestra se aflige y desconsuela,
no pudiendo hacer práctica su escuela;
de modo que en efecto
abandonaron todas el proyecto.
Los magistrados saben el suceso,
y en su pleno congreso
la nueva ley al punto derogaron,
porque se aseguraron
de que en vano intentaban la reforma,
cuando ellos no sabían ser la norma.
Y es así; que la fuerza de las leyes
suele ser el ejemplo de los Reyes.
Lección / Moraleja:
Y es así; que la fuerza de las leyes
suele ser el ejemplo de los Reyes.