La Tierra es como una casa que debemos respetar y cuidar
La caída del edificio
Una vez uno de los niños quiso construir un edificio de ladrillos y palos de madera. La obra comenzó a crecer y crecer y llegó a ser por casualidad el edificio más alto de toda la ciudad. El niño estaba muy contento con esa obra de arte y la ofreció a la ciudad. Pero nadie estaba conforme todavía. Todos exigían que el edificio fuera más alto todavía. El niño estaba muy agotado y enfermo de desconsuelo. Durante la noche se acercaron dos bandidos a continuar la construcción con palos y ladrillos. Pero esta se desplomó sobre las casas vecinas y los árboles del bosque, causando mucho daño. ¡La torre ya no existía más! Oikodoro despertó por tanto ruido, y acudió a ayudar de inmediato. Los habitantes del pueblo comenzaron a pelear, pues unos querían la torre otra vez y otros que nada se construyera en el lugar, evitándose más alboroto. El niño estaba algo triste por lo ocurrido, pero también aliviado por aquella tarea tan imposible como inútil. Finalmente, el niño y Oikodoro propusieron restaurar el daño causado a los hogares y al bosque, pues tanta acción desmedida había mostrado que aprender los límites propios y respetar los de los demás es el único camino para la felicidad.
La Carta de la Tierra en los cuentos de Oikodoro
(cuentos para niños)
de Patricia Morales
http://www.terracuranda.org/Cuentario/indice.htm
Lección / Moraleja:
Principio 6: Debemos entonces prevenir todo lo posible el daño a la naturaleza, sobretodo debemos ser muy precavidos cuando no sabemos lo suficiente.