Paca es una araña
que —con arte y maña—
puso una botica
con su tía rica
allá, en el tejado
de un supermercado.
Y no hay quien atienda
como ella la tienda
pues vende de todo
con sus buenos modos:
tapados finitos
de piel de mosquito,
libros de bordado,
ñandutí importado...
¡y hasta maquinitas
de tejer chiquitas!
Arañas —¡horror!—
modernas, señor.
Ya nadie se extraña
viendo a las arañas
que en tienda de Paca
su crédito sacan
(a pagar —por vez—
seis moscas al mes)
porque necesitan
una maquinita.
Paca, con paciencia,
enseña la ciencia
de tejer las telas
a máquina y vela
sobre una columna
dando a sus alumnas
clases de tejido...
Es tan divertido
verlas en sus sillas
de ala de polilla,
veinticuatro horas
con la profesora
que en aquel tejado,
cual disco rayado,
su lección reitera,
con voz arañera...
”Aprendan y tejan,
niñas arañitas...
Así se manejan
estas maquinitas...”