Tibia pelusita
que pasas flotando...
Blanca coronita...
¡Te estoy alcanzando!
Tu pan enanito
busco, panadero.
Blando capullito...
¡Dame lo que quiero!
¿Que no? Aunque me canse
serás mío, creo.
En cuanto te alcance
te pido un deseo.
¡Ya está! ¡Ya te tengo,
blanco molinero!
Grito, voy y vengo:
¡Cacé un panadero...!