Un gallo, presumido
de luchador valiente,
a un pollo algo crecido
no sé por qué accidente,
tuvieron sus palabras, de manera (5)
que armaron una brava pelotera.
Diose el pollo tal maña,
que sacudió a mi gallo lindamente,
quedando ya por suya la campaña.
Y el vencido sultán de aquel serrallo (10)
dijo, cuando el contrario no lo oía:
«¡Eh! Con el tiempo no será mal gallo;
el pobrecillo es mozo todavía...»
Jamás volvió a meterse con el pollo.
Mas en otra ocasión, por cierto embrollo, (15)
teniendo un choque con un gallo anciano,
guerrero veterano,
apenas le quedó pluma ni cresta;
y dijo al retirarse de la fiesta:
«Si no mirara que es un pobre viejo... (20)
Pero chochea, y por piedad le dejo.»
Quien se meta en contienda,
verbigracia, de asunto literario,
a los años no atienda,
sino a la habilidad de su adversario. (25)
Lección / Moraleja:
No ha de considerarse en un autor la edad, sino el talento.