En la casa de un buen señor, vivían dos animales malos, traviesos y desagradecidos. Un mono llamado Roko, que le gustaba romper todo lo que estaba a su alcance solo por diversión y un gato apodado Ratón, que no le gustaba cazar pero si comer en exceso.
Un día en que ambos pasaban por la puerta de la cocina, vieron sobre el fuego unas castañas que el dueño de casa, había dejado asando. El mono dijo:
-¡Amigo, es hora de dar el gran golpe! -¡Si yo tuviera las garras que tu tienes, esas castañas ya estarían en mi estomago!.
El gato que era muy veloz, sin mediar mas palabras, comenzó a retirar una a una las castañas del fuego, mientras tanto el mono se las iba comiendo sin que el gato lo advirtiera. Cuando el felino aún no había llegado a comer ninguna, entro en la cocina el dueño de casa y los ladronzuelos salieron corriendo del lugar, con gran descontento por parte del gato.
Lección / Moraleja:
En una sociedad a veces el burlador es burlado