Un león hambriento caminaba por una montaña en busca, de algún animal que pudiera convertirse en una presa, que calmara su apetito.
Decía:
-¡si encontrara una cabrita o una ovejita...!, mientras su estómago no paraba de clamar por alimento de forma urgente. En ese instante vio, que al otro lado, en otra montaña estaba un chivo pastando tranquilamente.
Por fin lo que buscaba, pero su debilidad era tan grande, que no se animaba a saltar. Entonces se le ocurrio una treta y dijo:
-¿Quieres que bajemos al valle, asi podremos comer hierbas mas frescas y ricas que las que crecen por aquí?.
Pero el chivo advritió rapidamente las intenciones del león, así que respondió:
-¡Si! ya se que las hierbas en el valle son mas frescas y ricas que por aquí, pero bajaré cuando tu te encuentres muy lejos.
Lección / Moraleja:
A veces, una amable invitación encubre, del engaño la intención.