Un fanfarrón, aficionado a cazar, perdió un perro de excelente raza, y sospechó que estaría en el vientre de un león. Encontró a un zagal y le dijo:
"Dirígeme a la morada del infame asesino, y verás cómo me la paga"
Hacia aquella montaña vive: todos los meses le pago el tributo de un cordero, y de esta manera voy y vengo por la campiña sin zozobra.
En esto, el León sale del bosque y se dirige a ellos con paso presuroso.
El fanfarrón echa a correr, gritando "Júpiter, por piedad; dadme dónde esconderme."
El valor sólo se prueba ante el peligro: muchos que lo provocan lenguaraces huyen vergonzosamente al verlo delante.
Lección / Moraleja:
El valor sólo se prueba ante el peligro: muchos que lo provocan lenguaraces huyen vergonzosamente al verlo delante.