Mientras un cangrejo iba caminando sinuosamente marcha atrás, golpeó su áspero lomo en los arrecifes de las aguas. Se cuenta que su madre, con el deseo de que avanzara con ágil paso, le dio estos consejos:
«No andes sinuosamente, hijo, ni eches tampoco hacia atrás tus pies torcidos; más bien, dirige en línea recta tus andares con esfuerzo solícito y da seguros pasos hacia adelante».
El hijo le respondió:
«Lo haré, si tú vas delante; si me muestras el camino recto, yo te seguiré con más seguridad. Pues es muy necio censurar los defectos ajenos cuando tú eres la más inepta».
Lección / Moraleja:
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