Arrastrado por torrencial corriente desde los dulces remansos, un pez fue a parar a las aguas del mar. Allí, desdeñando altanero a la escamígera multitud, dice que él es superior en nobleza.
Un gobio no soportó, bajo las profundidades en las que había nacido, a este exiliado y le dirigió palabras bastantes duras no exentas de gracia:
«Pon fin a tus infundados y vanos embustes, pues pueden ser refutados en tu propia presencia. Yo te demostraré públicamente quién vale más, en cuanto las húmedas redes nos arrastren capturados a un mismo tiempo.
Entonces, a mí me adquirirá por una gran suma un comprador más noble; a ti, en cambio, te comprará a bajo precio el indigente vulgo»
Lección / Moraleja:
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