Esta fábula recuerda que el sabio vive contento con sus propios bienes y que no desea los ajenos, no sea que la Fortuna se pare indignada dando marcha atrás y su rueda disminuya los bienes que antes otorgó.
Se cuenta que un animal de enorme cuerpo se echó a volar y molestó al gran Júpiter con sus súplicas: que a todos les parecía un animal demasiado indigno y objeto de risa; que los bueyes caminaban distinguidamente con sus dos cuernos y que sólo el camello estaba totalmente desprotegido, expuesto y a merced de todas las fieras.
Júpiter se echó a reír y, después de negarle sus peticiones y quitarle, además, el peso de sus grandes orejas, le dijo:
«Vive mermado, como mereces, pues no te basta tu suerte; y llora por siempre, envidioso, lo que has perdido».
Lección / Moraleja:
Esta fábula recuerda que el sabio vive contento con sus propios bienes y que no desea los ajenos, no sea que la Fortuna se pare indignada dando marcha atrás y su rueda disminuya los bienes que antes otorgó.