Se cuenta que cierta vez hubo en los prados una amistad tan leal entre cuatro enormes novillos, que salían siempre juntos, nunca se separaban en su marcha y, luego, regresaban de los pastos en amistosa unión.
También se cuenta que, juntando ellos sus cuernos, un enorme león quedó aterrado en los montes, impidiéndole el miedo tantear la rapiña que se le presentaba y temiendo él hacer frente a la conjura de los bueyes. A pesar de que era audaz y excesivamente cruel en sus acciones, él solo se sentía en desventaja ante la fuerza de tantos oponentes.
Comienza a instigarlos al momento con malvadas palabras con la intención de que el ganado se separe y discuta. Tras haber desunido así sus corazones con agrias palabras, se lanzó contra la desgraciada grey y la despedazó.
Entonces, uno de ellos dijo:
«Quien desee conservar tranquilamente su vida, puede aprender con nuestra muerte; que no preste oídos rápidamente, llenándolos de palabras falaces, ni rompa una vieja amistad».
Lección / Moraleja:
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